En la decoración de recámaras o dormitorios es importante saber que existen seis colores simples o fundamentales, el rojo el naranja, el amarillo, el verde, el azul y el violeta, estos a su vez se subdividen en primarios, rojo, azul y amarillo, y secundarios verde, naranja, y violeta.
De la mezcla de dos colores fundamentales se obtienen los colores francos, pero en lo que hace referencia a su utilización lo más importante es saber lo que ocurre con los colores complementarios. Estos colores se potencian y nos parecen más vivos y más puros. En tanto lo que respecta a la armonía de los colores, tanto si armonizan por afinidad como si armonizan por contraste, las reglas son tan numerosas que es imposible establecerlas.
Todos los colores tienen un valor relativo, su brillo y su intensidad dependerán de todo entorno y por tanto las reglas que podemos establecer son muy pocas. Cuanto más luminosa sea una habitación más de podrán emplear los colores fuertes. Los tonos suaves tranquilizan y suavizan el ambiente. Los colores claros hacen la estancia más luminosa. Los colores excitantes no serán convenientes para un dormitorio.
La recomendación prudente para elegir los colores apropiados para la decoración de un dormitorio o recámara y para garantizar el bienestar y el correcto reposo es elegir, dentro de los colores que nos gusten, tonos suaves y fáciles de combinar, y de utilizarlos para revestir con ellos las grandes superficies.
La elección de los colores que vamos a elegir para nuestra habitación es un tema muy personal, no existen decoraciones o colores feos, cada persona tiene un gusto distinto y lo que para algunos es una decoración de mal gusto, puede significar para el dueño de la habitación una excelente decoración.
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